La naturaleza como prioridad
 

En la naturaleza todo está puesto en donde tiene que estar. Sea como sea, todo tiene un aire de perfección y expresa su hermosura, su fresca virginidad a más no poder.

Solo los humanos parecemos no encajar.

Con el pasar de las generaciones nos hemos alejado de nuestro hábitat natural, lo hemos destruido y degradado, para imponer nuestras necesidades y nuestros caprichos; y hasta hemos olvidado nuestra innata capacidad como creadores dentro de la naturaleza.

Nuestras ideas deben ir de la mano del entorno que las rodean. No romper con la armonía natural de las cosas, sino más bien enfatizar este dialogo.

Hoy el stress en las grandes ciudades se va acrecentando. Se habla de buscar calidad de vida y se concluye que tiene que ser fuera de la ciudad (casa country, casas de veraneo, etc.) Y por qué ocurre esto? Entre otras cosas, porque en las grandes urbes no se respetó lo básico: el entorno natural.
Porque un poco de sol y de aire puro son el mejor bio-relajante para derrumbar el stress, porque la naturaleza es la mejor psicóloga que tenemos en el planeta, la que más nos escucha y la que mejor nos aconseja.

Hay que volver a reconocer esa raíz. No volviendo a vivir en cuevas como nuestros antepasados, sino reinterpretando los valores básicos para nuestra subsistencia (la tan renombrada sustentabilidad), sin por ello dejar de aprovechar todas las comodidades que podemos disfrutar hoy en día.

Calidad de vida es sinónimo (entre tantas otras cosas) de tranquilidad, contacto con la naturaleza, no contaminación, seguridad, confort, etc.

Aún estamos a tiempo de consolidar una ciudad saludable.

Seamos conscientes. Nuestro hábitat no es más que el resultado de nuestra manera de "ser".